Todo surgió cuando Juan Giménez, viejo amigo de cuando éramos jóvenes, me propuso realizar una sesión fotográfica conjunta donde aunar nuestras especialidades. Nuestros estilos son muy distintos, ya que él se dedica a la fotografía de moda, pero la idea podía dar mucho juego y nos fue muy sencillo poner en marcha el proyecto.
La esencia del trabajo era una sesión fotográfica basada en la elegancia. En este sentido, busqué un coche que tuviera principalmente esta característica y que se complementara con la idea que tenía Juan para sus fotos.
Decidí que el Ferrari F430 Spider de un buen amigo, acompañado de un escenario que tenía reservado para alguna sesión especial, era la mejor opción. El resultado fue una cambinación perfecta para una jornada de lujo sobre ruedas.
Para la ocasión, también contamos con la ayuda de otros compañeros de profesión que colaboraron en la realización de este vídeo.